El panorama internacional para este año es positivo. El Fondo Monetario Internacional en el pasado foro económico mostró una expectativa de crecimiento mundial para el 2018 de 3.9% impulsado por los cambios en la política fiscal de Estados Unidos. Con esta reforma se busca darle dinamismo a la economía de este país durante los próximos años, aumentando su demanda interna y generando un incremento en las importaciones, lo cual favorece las exportaciones de sus socios comerciales.
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El Banco Central Europeo anunció que mantendrá sus tasas en 0% mientras siga comprando bonos y si la inflación, que actualmente es de 1%, no llegue a su objetivo del 2%. Esta política monetaria expansiva permitió que la zona euro tuviera un crecimiento económico en 2017 mayor al esperado, jalonado por Alemania, Italia y Holanda que han generado un aumento en la demanda interna y externa, impulsando la economía la región, especialmente la de los países emergentes.
Por el lado del continente asiático, la demanda de alimentos y materias primas ha aumentado. El fortalecimiento de la confianza del consumidor a nivel mundial ha permitido que la demanda de productos tecnológicos crezca promoviendo así el lanzamiento constante de desarrollos en hardware, impulsando la industria manufacturera de esta región y con esta su economía.
La expectativa de una mayor demanda de petróleo ocasionada por el crecimiento global esperado para 2018 y por el cumplimiento de los límites de producción establecidos en la OPEP ha aumentado el precio del crudo recientemente.
Para la economía nacional las perspectivas para el 2018 son positivas; el Banco de la República prevé un crecimiento del PIB de 2.7%, dentro de un rango entre 1.7% y 3.5%. Aumentando el valor mínimo de este rango, que se encontraba en 1.5% tras la última reunión, esto significa que existe un menor riesgo de tener un crecimiento desacelerado para este año.
Las obras civiles en el país van a seguir impulsando la economía durante este año, se espera que el crecimiento del sector sea mayor al del PIB total, pero un poco menor que el resultado del sector en 2017. Este menor crecimiento se ve afectado, en parte, por las elecciones del Gobierno Nacional que frenan los procesos de contratación y por la regulación del gasto del gobierno para el cumplimiento de la regla fiscal.
Las elecciones presidenciales de 2018 no solo representan una desaceleración para el crecimiento del país. Éstas generan un panorama de incertidumbre para las inversiones de las empresas. La mayor demanda externa y los términos de intercambio más altos impulsarían el crecimiento de la economía en 2018, pero otros factores como la volatilidad en el precio del petróleo pueden afectar el dinamismo económico. Por esto, nuestras proyecciones del PIB señalan un crecimiento de 2.0% para este año.
