Niños y adultos de todo el mundo han pasado innumerables horas con las figuras de LEGO, ladrillos de juguete que son reconocidos en cualquier lugar y que han propiciado grandes aprendizajes en imaginación y creatividad.
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La historia de LEGO inició con los efectos de la Gran Depresión en Europa. En 1932, Ole Kirk Christiansen, un carpintero danés, se vio obligado a reducir sus costos de producción, dada la coyuntura económica mundial, por lo que decidió trabajar a pequeña escala, con versiones mínimas de sus muebles, para que las personas pudieran adquirir sus invenciones, movimiento que serviría de inspiración para crear juguetes.
Christiansen, comenzó con juguetes de madera y cuerda, como alcancías, coches y casas, que inicialmente no fueron atractivos para las personas. En ese entonces, decidió realizar un concurso entre sus colaboradores para encontrar el nombre de su empresa, ofreciendo a cambio una botella de vino. Entre los nombres sugeridos, se encontraban “LEGION”, haciendo referencia a una legión de juguetes, y “LEGO”, que une las palabras en danés LEG GODT, las cuales traducen “jugar bien”.
Sin embargo, el éxito de LEGO se consolidaría a partir de la Segunda Guerra Mundial, cuando Godtfred Kirk Christiansen, hijo de Ole Kirk, en lugar de trasladarse a estudiar a Alemania mientras Dinamarca era ocupada por el ejército nazi, decidió quedarse en su país para convertirse en uno de los gerentes de la compañía que contaba en ese momento con cuarenta empleados. Luego de los daños ocasionados por la confrontación bélica y ante la necesidad de reconstruir las edificaciones afectadas, surgió la idea básica del ladrillo, que determinó la esencia de LEGO y la convirtió en una marca icónica.
En 1947, Ole Kirk conoce a Hilary Page, diseñador de Kiddicraft, empresa de juguetes de bloques rectangulares a base de madera que incluían conectores en su parte superior, lo que les permitía encajar con facilidad y crear diversas formas. Anterior a esto, en 1939, Page había patentado su diseño de bloques de cuatro y ochos pines, los cuales comenzó a fabricar tras la Segunda Guerra Mundial, hasta que, en 1949, LEGO adquirió los derechos para producir sus diseños.
El concepto era simple, ingenioso y trasversal a todas las clases sociales. Posteriormente, Godtfred Kirk cambió la madera por plástico, gracias a lo cual, cada ladrillo fabricado desde 1958 puede ensamblarse con otros hasta el dia de hoy, con la intención de incentivar el proceso de aprendizaje y creatividad en los niños, a través de la noción de compatibilidad.
El legado y la filosofía de la marca continuaron de la mano de Kjeld Kirk Christiansen, nieto de Ole Kirk y mayor accionista de la compañía, quien diversificó las líneas de productos, incluyendo temáticas de construcciones, adaptaciones de películas, tales como Batman, Star Wars y Harry Potter, desarrollando videojuegos y construyendo parques temáticos alrededor del mundo.
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