En el primer trimestre de 2020, el PIB de productos metalúrgicos se redujo en 4,6%, así como la producción de acero crudo y aceros laminados largos, en respuesta a la reducción de la demanda y a las restricciones para operar en tiempos de cuarentena. En este contexto, las ventas locales experimentaron caídas del orden de $1 billón, al tiempo que las exportaciones e importaciones se redujeron fuertemente. Hay incertidumbre en el sector con respecto al futuro, porque, de un lado, se prevé un incremento en las importaciones debido a la sobreoferta internacional de acero y, de otro, el sector constructor tiene expectativas mixtas de recuperación.
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