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En la preparación financiera del futuro de cualquier persona son esenciales dos etapas: La primera es la planeación financiera, que sencillamente se refiere a planear su jubilación. Esto debe estar determinado por el patrimonio neto que se tiene; y el cálculo estimado de lo que se necesita para vivir en la jubilación, la diferencia entre ambas determina el monto necesario a obtener.
La segunda etapa es la implementación y mantenimiento del plan. Lo cual consiste en escoger las inversiones especificas; sean acciones, bonos, CDT, carteras colectivas, fondos mutuos, entre otros; que garanticen obtener el monto necesario de acuerdo al riesgo que está dispuesto a asumir cualquier persona. Posteriormente se debe monitorear el portafolio y hacer ajustes de acuerdo a cambios en variables que vayan ocurriendo, temas como deterioro de la salud, cambios en la economía, volatilidad y tasas de interés de las inversiones, entre otros.
Es claro que cualquier consejo que la persona quiera recibir, y a quién escoja para dárselo, su ayuda no será gratis. Sin embargo, el monto a pagar puede variar considerablemente. Ante esto, en un artículo de la revista Forbes se explica los tres modelos básicos de compensación:
Pago Único
La persona paga una única vez, el pago se estima de acuerdo a una tasa de horas dedicadas a la administración del portafolio, o aplicando un porcentaje sobre los activos administrados anualmente. La compensación no se paga sobre las inversiones realizadas, el asesor actúa buscando el mejor interés de su cliente. Es la modalidad donde se presta la mayor ayuda, y normalmente es la más cara.
Comisión
El asesor financiero recibe su compensación con base en comisiones pagadas por productos y servicios financieros que son adquiridos por su cliente. El problema de esta modalidad es que el asesor está motivado en vender la mayor cantidad de productos que tengan una comisión más alta, mas no por las recomendaciones que se puedan dar al manejar estos activos.
Honorarios
Es una mezcla de los dos anteriores, pues la persona debe hacer un pago por la recomendación recibida y adicionalmente debe cancelar otro monto relacionado con los productos recomendados.
Finalmente se debe tener en cuenta que tipo de portafolios de inversión existen de acuerdo a su rentabilidad y riesgo:
Bajo riesgo y rentabilidad: Portafolios de renta fija en moneda local, inmobiliarios y de facturas.
Riesgo y rentabilidad media: Divisas, índices accionarios y fondos de renta variable.
Alto riesgo y rentabilidad: Acciones individuales, fondos de capital privado y derivados sobre bienes básicos.
Sectorial recomienda siempre estudiar muy bien el tipo de activo en el cual se va a invertir, conocer sus riesgos y beneficios, invertirlos a través de entidades vigiladas por la Superintendencia Financiera y revisar la calificación que tiene la entidad a la cual se le van a confiar los fondos buscando minimizar el riesgo de quiebra que pueda tener determinada compañía.
