Las personas más exitosas en el mundo de los negocios trabajan de manera diferente. A continuación presentamos los hábitos que conducen a su éxito.
Foto: www.sxc.hu (Autor: Kimberly Vohsen)
No Tienen un Plan BTener un plan b puede ayudarlo a dormir mas tranquilamente en la noche, sin embargo, también puede crear una salida fácil cuando los tiempos se ponen difíciles. Si usted no tiene una opción diferente va a trabajar mucho más duro en la implementación de su plan, a su vez, creará un compromiso total que lo impulsará a trabajar como nunca lo hubiera imaginado.
Se EsfuerzanSe puede ser bueno con poco esfuerzo; se puede ser realmente bueno con un poco más de esfuerzo; pero no se puede ser grande, sin poner una gran cantidad de esfuerzo para lograrlo. Acérquese a una persona con habilidades poco comunes y encontrará a alguien que ha puesto miles horas de esfuerzo para desarrollar esas cualidades.
Evitan las MultitudesLa sabiduría convencional produce resultados convencionales. Unirse a la multitud es una receta para la mediocridad. Las personas exitosas habitualmente hacen lo que otros no quieren hacer. Ellos van donde otros no, debido a que hay menor competencia y mayores probabilidades de éxito.
Comienzan por el FinalEl éxito promedio se basa en el establecimiento de metas promedio. Decida lo que realmente quiere: ser el mejor, el más rápido, el más grande, lo que sea. Decida dónde quiere terminar, esa es su meta. Nunca piense en pequeño cuando de metas se trata, usted tomará mejores decisiones, si su objetivo final es su éxito final.
VendenGran cantidad de empresarios afirman que la principal habilidad que ha contribuido a su éxito es la capacidad de vender. Se debe entender que vender no es manipular, ni presionar. Vender es tener la capacidad de explicar lógicamente los beneficios que se pueden obtener al comprar su producto o servicio. Vender es convencer a alguien para que trabajen juntos.
Nunca son Demasiado OrgullososNunca son demasiado orgullosos para admitir que se equivocaron, para pedir disculpas, para tener grandes sueños, para admitir que deben su éxito a los demás, para burlarse de sí mismos, para pedir ayuda, para fallar y volverlo a intentar.
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