Reestructuración Económica China: ¿El Motivo de la Desaceleración de los Mercados Emergentes?

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A cierre de 2015, el PIB del país asiático presentó el menor crecimiento desde el año 2009, generando alarma en el mundo económico. Sin embargo, esta cifra cumple con el objetivo del Gobierno chino, el  cual pretende pasar de un anticuado modelo basado en las exportaciones, los bajos precios y el crecimiento por encima de todo, a uno sustentado en el consumo interno y la innovación.

Fuente imagen: www.freeimages.com Autor: Gary Tamin

El aumento de salarios reales, la apreciación del yuan (Devaluación del Yuan: ¿Fuerzas de Mercado o Política Expansiva?), la reducción de importaciones y exportaciones, es en resumen la transformación económica china que se experimenta actualmente. Aquel modelo de producción que fundamentó desde la década de los 90´ la economía de la segunda potencia mundial, al parecer, está llegando a su fin; dando paso a un sector servicios en proceso de expansión. La contracción de la industria primaria y secundaria en los últimos periodos es lastrada por el problema de exceso de capacidad que sufren varias industrias del país y el aumento en el nivel salarial, lo que ha originado que el comercio electrónico, el turismo y el entretenimiento se encuentran ante un fenómeno expansionista.
China está en búsqueda de un reequilibrio estructural, por ello, la liberalización del mercado y las diferentes reformas políticas y monetarias son el medio que posee el país para llevar a cabo la evolución de su sistema productivo. De esta forma, a medida que impactan las decisiones gubernamentales el mercado chino, se presentarán diferentes transiciones, las cuales están originadas en la evolución industrial hacia una industria terciaria o de servicios, la redirección de la inversión hacia el consumo interno y las exportaciones al gasto doméstico, convirtiendo su superávit de cuenta corriente en el principal inversor de la economía nacional.
Este proceso de transformación genera dudas sobre el futuro ritmo de crecimiento del país asiático, de tal modo que la estabilidad social no se vea afectada negativamente por medio de una disminución en el nivel de empleo o de creación de este. Adicionalmente, los últimos movimientos bursátiles y la devaluación de la moneda local acrecientan la incertidumbre sobre un  menor crecimiento de lo esperado, factor determinante no solo para la estabilidad de la economía china, sino también el efecto que posee su comportamiento sobre las economías emergentes a nivel mundial, especialmente para las que China es su principal socio comercial e importador de las materias primas generadas en ellas.
A pesar de las dificultades nacientes ante la actual trasformación económica China, las autoridades nacionales poseen un amplio margen de maniobra, pues la inflación nacional es relativamente baja, lo que permite la implantación de nuevas políticas monetarias expansivas para enfrentar un escenario negativo. Ejemplo de ello, es la progresiva disminución de tasas de interés realizadas durante 2015, los incentivos fiscales a las pymes, el aumento en el gasto público en infraestructura y la flexibilización de las condiciones para la adquisición de vivienda.
Ante esta coyuntura, no solo China se encuentra sumida en enormes retos, sino que su impacto sobre la economía global genera un nivel de riesgo para los diferentes mercados, especialmente los emergentes, los cuales se enfrentan a mínimos históricos en los precios de las materias primas, determinados principalmente por la disminución en la demanda del mercado chino.
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