La República China ha obtenido un gran peso en el contexto mundial y no pierde espacio para incursionar en los diferentes sectores; desde el campo espacial, como lo demostró con el lanzamiento del satélite de observación terráquea, el Gaofen 4, en diciembre de 2015, hasta el posicionamiento que en el mercado han alcanzado empresas como Xiaomi Inc., que en menos de 5 años se catapulta como una de las compañías tecnológicas más importantes a nivel mundial, codeándose con otras marcas como Apple y Samsung. Ahora, la nación más poblada del mundo, con 1.378.307.177 personas, quiere poner su sello en el mundo del fútbol.
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Desde hace 16 años, China inició una campaña muy bien estructurada para ir mejorando en un deporte en el que hasta el momento parece que ha tenido poco éxito, pero la realidad es otra: la paciencia, la visión competitiva y planificada de la república oriental los ha llevado a lograr buenos resultados. Como ejemplo, se tiene que en el 2008 el promedio de asistencia a un partido del Guangzhou Evergrande, equipo de la superliga China, era de 20.000 personas, mientras que en el 2015 el promedio de asistencia fue de 45.890 personas por partido. De igual forma, la campaña para la trasmisión de la liga para el periodo 2012-2015, fue 30 veces menor que la preventa hecha para la trasmisión de la liga 2016-2020, donde los derechos fueron comprados por China Sports Media por un valor de 1.150 millones de euros, 16 veces el presupuesto para deportes y recreación que tiene Colombia destinado para todo el 2016. (Ver: Reestructuración Económica China: ¿El Motivo de la Desaceleración de los Mercados Emergentes?).
Otros logros alcanzados a nivel deportivo por la República China que muestran el auge que han tomado este tipo de políticas, son las 51 medallas doradas conseguidas en los juegos Olímpicos de Pekín, en 2008, casi el doble de las alcanzadas en el 2000, cuando sumaron 28. Ahora, el objetivo de China, en cabeza del presidente de esa República, Xi Jinping, un apasionado por el balompié, es que su nación llegue a ser sede de un mundial de fútbol y ser campeones. (Ver: Las Recompensas Económicas del Mundial de Fútbol). En este proceso, el líder instauró el fútbol como un deporte en las escuelas, además de fundar 30 academias de este deporte con la estrella brasileña, Ronaldo.
Con este objetivo en el horizonte, China saltó sobre los pesos pesados del balompié y sorprendió al mundo con sus fichajes, los cuales han ascendido a 267,82 millones de euros, por encima de los 247,29 invertidos por la liga inglesa, considerada la más poderosa del mundo. El gigante de Asía, de forma silenciosa, empezó a arrastrar estrellas del fútbol, en su gran mayoría brasileños, a través de contratos tanto con el club, como personales, en cuyo caso incluyen el pago de multas. (Ver: El Papel de los Bancos en la Corrupción de la FIFA).
Sin embargo, la política de enfoque en el campo futbolístico no cuenta solamente con una razón deportiva. Según el mandatario Xi Jinping, la suspensión del golf como deporte principal tiene una connotación social, basada en que es un deporte excluyente, mientras que el fútbol es incluyente. Por este factor, varios campos de golf han sido reemplazados por canchas de fútbol, a lo que le sigue que los jóvenes se involucren en este medio y lleguen a sentirse identificados con distintos ídolos del fútbol que se encuentran en plena condición deportiva y que ahora estarán jugando en los estadios de su patria; he ahí el mayor argumento de los costosos fichajes 2015 / 2016, que hasta la fecha se resumen en la Tabla 1:
Fuente: Elaboración de Sectorial. Archivo provisional, los fichajes de la liga China culminan el 26 de febrero.
De esta forma, el emporio chino parece no tener fronteras. Una de las naciones más poderosas del mundo, caracterizada por establecer políticas bien estructuradas de largo plazo, busca consolidar y fusionar el mundo deportivo y su modelo económico, además de hacer del fútbol un elemento que profundice sus relaciones con occidente. Esto indica que han culminado su etapa de reconocimiento y entran a la etapa de expansión futbolística, un objetivo que por el momento está pendiente, pero que, seguramente alcanzarán.
