La Disyuntiva del Gobierno Nacional Ante la Necesidad de una Nueva Estructura Tributaria

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El contexto actual de la economía, tanto nacional como internacional, da lugar a que el mercado esté lleno de incertidumbres que son trasmitidas a los dueños del capital, quienes esperan poner sus recursos en los sectores que consideren tienen mayor estabilidad y al mismo tiempo ofrezcan una buena rentabilidad. Las turbulencias están relacionadas con temas como las variaciones en el precio del petróleo, el valor del dólar(¿Por qué si el Petróleo Baja el Dólar Sube?), la migración -que se ha convertido en un fenómeno de alto impacto en Europa y América-, el Brexit (¿Qué tan Amplio es el Riesgo Financiero Mundial en Caso del “Brexit”?) y el cambio de modelo económico que está llevando a cabo China (¿Afectan los Cambios del Enfoque Económico Chino las Economías de Latinoamérica?).

Foto: www.freeimages.com Autor: Bob Smith

A nivel nacional, y con gran probabilidad de impacto, se gestan eventos que tienen en parada las decisiones de los inversionistas y de los empresarios en general. Entre dichos acontecimientos se destacan el actual proceso de paz y las condiciones que se establecieron en él, incluyendo el sistema de refrendación o plebiscito que se realizará el dos de octubre, y por otra parte la reforma tributaria, un tema de difícil comprensión que tiene bajo incertidumbre tanto a los inversionistas como al gobierno nacional.( La Demora en la Reforma Tributaria, un Riesgo para el Grado de Inversión de Colombia).
La posición no es fácil. El ministro de hacienda, Mauricio Cárdenas, y el presidente Juan Manuel Santos han hablado mucho sobre el tema, pero al final nada hay definido y muchas son las expectativas. La realidad es una sola: el país necesita una reforma que cumpla varias características, como lo han dejado ver expertos en el tema, entre las cuales se destacan:

La reforma debe ser estructural y no una reforma tributaria más. Debe ofrecer estabilidad y sostenibilidad fiscal por lo menos durante los próximos 10 o 15 años.
La reforma debe seguir los parámetros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE, las calificadoras de riesgo y el Fondo Monetario Internacional, FMI, teniendo en cuenta que cada país tiene estructuras fiscales diferentes, luego no todo se puede seguir a la raya.
La reforma debe tener definido que la tributación es una cosa y la contabilidad de las empresas es otra. Las empresas buscan maximizar utilidades y los gobiernos y otras entidades tributarias buscan maximizar los impuestos y recaudarlos a tiempo. Obligar a que se alineen las estructuras contables del uno y del otro no es adecuado ni imposible.
La reforma debe ser equitativa, debe establecer y fortalecer un sistema de impuestos progresivos y no regresivos. Favorecer la competitividad empresarial, sin afectar el bienestar de otros sectores.

 
Es precisamente sobre este último aspecto donde se concentra la mayor preocupación, la disyuntiva del gobierno nacional. Si hacer lo de siempre, que consiste en incrementar el volumen de impuestos a los empresarios, desincentivando la inversión extranjera y perjudicando la calificación del país en términos del riesgo, o salvar el grado de inversión y sostener las calificaciones de riesgo a costa del incremento del IVA, lo cual afecta en mayor cuantía a los estratos socioeconómicos más bajos.
De esta forma, son pocas las alternativas que tiene el Estado, más cuando el déficit fiscal, según el codirector del Banco de la República, Carlos Gustavo Cano, estaría sobre el 4% al cierre del 2016, uno de los más altos en la historia del país. Esto, sin contar el fenómeno inflacionario que perdió las expectativas de retornar al rango meta en el 2017. La única alternativa que suena, pero que no parece suficiente, es atacar el contrabando, el cual deja pérdidas anuales de 6 mil millones de dólares; castigar y evitar la corrupción de forma contundente y ampliar la base gravable eliminando la excepción y tratos especiales que hoy tienen 71.662organizaciones en el país ( ¿Qué tan Factible es la Corrección de la Inflación Planteada por el Banco de la República?).
Mientras tanto, se prevé que primero se realizará el plebiscito y ya algunos sectores dudan si la reforma se dará a conocer este año, aunque el gobierno afirmó que será presentada en octubre y avalada en diciembre. Lo cierto es que la incertidumbre sigue intacta como lo dejó ver la última encuesta realizada por el Banco de la República a empresarios de múltiples sectores, entre ellos el bancario con el 17,4% de participación, el fiduciario con el 14,1% y los gremios con el 10,9%, la cual dejó ver los parámetros donde se ha incrementado la percepción a mayor riesgo (Gráfica1) (Los Principales Riesgos que Enfrenta el Sector Financiero).
 

Fuente: Banco de la República. Modificación de Sectorial.
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