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La guerra entre Rusia y Ucrania no solo impactó de forma directa las exportaciones de banano a estos países, también limitó los precios de referencia internacional ante la cantidad de producto flotante que quedó en los mercados al no lograr llegar a sus destinos.
Con precios bajos y costos de producción y movilidad al alza, el pronóstico para el futuro inmediato del sector bananero es retador. Se prevé que solo hasta principios de 2023 se presente un proceso de ajuste y adaptación a los cambios en la estructura del mercado global y a la normalización en la logística del comercio mundial.

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