Colombia tiene una alta participación dentro de las exportaciones globales, al ser el cuarto productor mundial de aceite de palma y el primero en Latinoamérica. La mejora en los precios internacionales derivado de la escasez del aceite de girasol y el aumento de las exportaciones, que fue superior al aumento de las importaciones, dinamizó el mercado interno de estos bienes, explicando este desempeño. Sin embargo, el sector enfrenta grandes retos en el corto y mediano plazo; por un lado, ajustarse a la recientemente aprobada reforma tributaria y por otro, hacer frente a plagas como la pudrición del cogollo, PC y el picudo negro.
En el contexto futuro, cifras de la OCDE-FAO indican que a 2031 en el contexto global no habría cambios en cuanto a la proporción del uso de aceite vegetal para la producción de biodiésel y se mantendría sobre el 15%. Sin embargo, en países como Tailandia, Argentina e Indonesia, entre otros, se observaría una migración o ampliación al uso de biodiésel lo que dinamizaría la comercialización de aceites vegetales, incluido el de palma e impulsaría al alza los precios internacionales del bien y con ello los precios nacionales del bien, beneficiando al sector y a quienes participan en él.
