El sector de bebidas no alcohólicas continúa consolidando su recuperación luego de la crisis del Covid-19. De hecho, en 2022, el valor agregado de la actividad creció a una tasa superior a la del empleo, indicando así que la productividad aumentó. Tanto los precios al consumidor como los costos de producción crecieron en 2022, pero los primeros aumentaron en mayor proporción. En cuanto a la balanza comercial, se registra un déficit superior a los $20 millones de dólares y, además, el precio de las importaciones es 1,8 veces mayor que el de las exportaciones. A futuro, el sector se verá impactado negativamente por la entrada en vigencia de la nueva reforma tributaria, aunque hay oportunidades de crecimiento con la reapertura comercial con Venezuela.
