Durante el primer semestre de 2022 el desempeño del sector arroz estuvo en rojo. La caída en la producción fue del 24,5%, en parte explicada por el descenso de la superficie sembrada en un 9% comparando con el mismo periodo de 2021. Si bien, los rendimientos de los periodos en comparación se mantuvieron estables sobre 6 toneladas por hectárea, a nivel regional, la zona Centro fue la encargada de mitigar el descenso de otras regiones del país, excepto por los Santanderes que se mantuvieron estables. La caída en la producción interna se compensó con mayores importaciones de arroz provenientes de EE.UU., Ecuador y Perú registrando un incremento entre enero y septiembre de 2022 de 136 mil toneladas, respecto al mismo periodo de 2021.
En cuanto al desempeño de corto plazo, debido a la crisis actual de cereales, proveniente de las fuertes regulaciones sobre expansión de bosques en Asia y la guerra en Ucrania, para 2023 se prevé que los precios del arroz conserven la tendencia alcista. En Colombia, la previsión es similar y estaría impulsada por el descenso de la oferta interna ante la ola invernal, luego, la tasa de cambio entraría a jugar un papel determinante por el impacto sobre las importaciones del grano.
