Es probable que; pese al problema de logística internacional, los efectos generados por las políticas monetarias expansivas, la inestabilidad geopolítica y la alta inflación; los ingresos por pagos electrónicos a nivel mundial, al cerrar 2022, aumenten 9,5%. Según el análisis anual de Boston Consulting Group (BCG), se espera que la industria de pagos tenga un crecimiento anual del 8,3% a 2026 y para el 2031 se espera que sea de 7,6%.
Según el reporte, los ingresos por pagos electrónicos a nivel mundial alcanzarán los $3,3 billones de dólares en 2031. Los ingresos procedentes de tarjetas de crédito, intereses de depósitos y las comisiones de las cuentas serán las áreas con mayor fortaleza. De acuerdo con Alejandro Tfeli, managing director y socio de BGC, “la industria de medios de pago ha mostrado, tanto a nivel global, como regional y local, una notable resiliencia en los últimos años, a pesar de la pandemia y de los actuales desafíos macroeconómicos. Adaptarse a la nueva normalidad, creando nuevos modelos de negocios centrados en los datos, formando alianzas y desbloqueando nuevas fuentes de ingresos son algunas de las claves que definirán a los ganadores y perdedores de este sector de cara al futuro”.
Se espera que para los próximos cinco años se tengan tasas de crecimiento interanual compuesto (CAGR) con ingresos estables. América Latina (10,8%) y Europa (10,6%) deberían liderar el camino, seguidas por Oriente Medio y África (9,8%), Asia-Pacífico (7,6%) y América del Norte (7,3%). Alejandro Tfeli indicó que, “la innovación en infraestructura tecnológica, la explosión de la actividad fintech y un entorno regulatorio de rápido desarrollo son los factores principales que impulsarán esta sólida expansión”.
