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La salud y el bienestar de los consumidores son temas de alto interés para las compañías, sobre todo en el sector de alimentos y bebidas no alcohólicas. Esta industria con el pasar de el tiempo ha diversificado su portafolio para ofrecer productos más saludables y bajos en azúcar, principalmente las bebidas, un mercado de aproximadamente 13.8 billones de pesos, teniendo como principal objetivo combatir la obesidad en todas las edades.
Un ejemplo de ello ha sido la transición que ha tenido el dulce en los líquidos migrando a un segmento más saludable, ya que, según la Cámara de la Industria de Bebidas de la Andi, en el 2018, la participación de esta sustancia en los refrescos abarca un 42%, mientras que, en el 2005, esta participación ascendía hasta un 83% aproximadamente.
La evolución del consumidor y el compromiso por parte de las empresas de la industria llevaron a firmar desde el 2016 unos compromisos de regulación y la responsabilidad para construir una nueva oferta de productos que no contengan azúcar, dando así opciones en el mercado para el cliente que al mismo tiempo sean saludables para escoger.
El reto es liderar una educación de consumo informado y responsable de los productos alimenticios que son ricos en azúcar y en las bebidas no alcohólicas, para así regular considerablemente la obesidad y sus problemas asociados a la salud.
