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El año cafetero que arranca este mes de octubre y va hasta septiembre de 2020 representa grandes retos para los caficultores colombianos por la incertidumbre frente al comportamiento de los precios internacionales del grano, la tasa de cambio del dólar y los aspectos climáticos. La apuesta del sector se está centrando en el incremento de la calidad y la reducción de los costos de producción aprovechando las ventajas del tren desde la Dorada en el departamento de Caldas.
Roberto Vélez, gerente de la Federación de Cafeteros, le manifestó al periódico El Colombiano que para el año cafetero 2019-2020 estiman que la cosecha estará entre 13.5 y 14 millones de sacos sino se presentan cambios climáticos que afecten el ciclo productivo y que, de acuerdo a expertos en el comportamiento de los precios, estos se ubicarían entre 1 y 1.2 dólares por libra.
Para el dirigente gremial, el volumen de producción de café ha mejorado de manera considerable en los últimos años, pero se requiere mejorar la infraestructura para la poscosecha para que el proceso del beneficio del grano y el correspondiente secado se realicen de manera adecuada para no afectar la calidad del producto.
