El Banco de la República, en su tarea de controlar la inflación, ha estado incrementando la tasa de intervención desde septiembre de 2021, y aunque la transmisión a la modalidad de crédito de vivienda es un poco más lenta, dado que una parte importante de esta cartera está en tasa fija, finalmente en abril del presente año, su efecto se está sintiendo. En febrero se presentaron leves incrementos en las tasas de colocación de recursos para la compra de vivienda de las entidades financiera, pero en abril, casi todos los bancos habían subido entre 8 puntos básicos (0,08 puntos porcentuales) y hasta 598 puntos (5,98 puntos porcentuales) en el último año la tasa de interés en la modalidad de Vivienda de Interés Social (VIS). En la modalidad NO VIS, los incrementos en el último año, con corte a abril, van desde 1 punto básico (0,01 puntos porcentuales) hasta los 633 puntos (6,33 puntos porcentuales), de acuerdo con las cifras de la Superintendencia Financiera.
Aunque de momento, según un estudio de la central de riesgos, TransUnion, la morosidad no ha aumentado. De hecho, los nuevos créditos de vivienda estaban, en febrero, 7% por encima de los niveles de febrero de 2020, y además, al cierre del primer trimestre, la mayoría de los principales productos de créditos vieron una mejora anual en la morosidad.
