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El 5 de junio el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), presentarán la decisión Andina 833 sobre “Armonización de legislaciones en materia de productos cosméticos”, en la Comunidad Andina de Naciones. Esta nueva decisión modificó la 516 que estaba vigente, realizando cambios en materia de comercialización de productos cosméticos para la región.
En la decisión 833 se precisa que los “productos cosméticos que se comercialicen dentro de la Subregión Andina no deberán perjudicar la salud humana cuando se apliquen en las condiciones normales o razonablemente previsibles de uso, considerando particularmente, la forma cosmética, las precauciones, su etiquetado y las eventuales instrucciones de uso y de eliminación, así como cualquier otra indicación o información del producto. No se consideran productos cosméticos aquellas sustancias o formulaciones destinadas a la prevención, tratamiento o diagnóstico de enfermedades, o destinados a ser ingeridos, inhalados, inyectados o implantados en el cuerpo humano”.
En este orden de ideas, la definición de un producto cosmético quedó como “toda sustancia o formulación destinada a ser puesta en contacto con las partes superficiales del cuerpo humano (epidermis, sistema piloso y capilar, uñas, labios y órganos genitales externos) o con los dientes y las mucosas bucales, con el fin exclusivo o principal de limpiarlos, perfumarlos, modificar o mejorar su aspecto, protegerlos, mantenerlos en buen estado o corregir los olores corporales”.
La Decisión 516 seguirá regulando los temas relacionados con Buenas Prácticas de Manufactura de productos Cosméticos y el etiquetado hasta que entre en vigencia la Resolución que adoptará reglamentos técnicos andinos en noviembre de 2019.
