En Colombia existen más de 50 mil especies diferentes de flores y el chef Jorge Iván Castro, perteneciente a una familia santandereana, a lo largo de su vida las ha utilizado como ingredientes para preparar platos, aprovechando los colores formas y sabores en su restaurante clandestino Castro Cocina. Por ejemplo, los pétalos de caléndula, son los que les dan el color y sabor a las sopas, y los claveles a los postres y helados.
Castro cultiva capuchinas, cebollinos, geranios, pensamientos y caléndulas sin florecer para darles ese toque especial a los platos. “Me interesa exaltar productos regionales que forman parte de nuestra cultura, que ya casi están extintos en el menú de los colombianos. Vale la pena rescatarlos y ponerlos otra vez sobre la mesa para que la gente los disfrute”, añadió el chef.
El uso de las flores en la cocina, además de aportarle estética, tienen muchas propiedades medicinales. Iván afirma que todas las flores de los árboles frutales son comestibles, principalmente la de los cítricos como las mandarinas, naranjos y limones.
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