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Según las últimas proyecciones de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), el impacto que ha tenido la pandemia del coronavirus sobre el desempeño de la economía nacional, que decrecería al menos 5.5% este año, generará disminuciones significativas en la demanda de electricidad, gas y combustibles líquidos, que seguirán trayectorias de recuperación disimiles en cuanto a magnitud y velocidad, y que en general permitirán retomar las proyecciones previas a la pandemia después del 2025.
Las proyecciones indican que la demanda de electricidad cerrará el 2020 en 72.935 gigavatios hora año, lo que representa un crecimiento de 1.4% frente a 2019, pero contrasta con la estimación inicial 4.05% de crecimiento promedio mensual; en el tercer trimestre de 2020 se presentaría la mayor disminución (13.2%), para iniciar un proceso de recuperación que solo hasta el segundo trimestre 2023 alcanzaría los niveles previos a la pandemia. En cuanto a la demanda de gas, se prevé un decrecimiento de hasta 60% en el segundo trimestre, con un proceso de recuperación más acelerado que permitiría retornar en 2022 a los niveles previos a la pandemia.